Parashá Shmini 5757
Levítico 9 :1 - 11 :47
5 abril 1997 / 27 adar II 5757
(Traductoras : Ana Roselló, Alba Toscano)
La dicha no espera a nadie. La persona que
hoy festeja puede que no
festeje mañana, y la persona que hoy se encuentra afligida puede
que
no lo esté mañana.. Este es el sensato comentario que hace
el
midrash sobre la tragedia de Aaron. Cuando culmina su
nombramiento como sacerdote del Tabernáculo sus dos hijos son
fulminados por la cólera de Dios. El mismo fuego divino que había
descendido para consumir la ofrenda hecha por Aaron en el altar,
señal pública del favor de Dios, regresa para matar a Nadab
y Abihu
cuando estos infringen las normas del culto. Lo que comenzó con
gran
exaltación finaliza con dolor (Levítico 9:23-4; 10:1-3).
El asunto del que habla el midrash, el cual se apoya en la evidencia
bíblica, es reafirmar la inestabilidad de la vida humana. A pesar
del
rico derroche de materiales con los que fue construido el Tabernáculo,
su presencia en sí no elimina la existencia de periódicas
e inesperadas
desgracias. Qué impactante resulta que esta corta y enigmática
narración sea la primera que encontramos en el Levítico después
de
nueve densos capítulos relativos a las normas del culto. Su acertada
referencia nos hace ver que la fuerza divina no ha quedado ni mucho
menos amansada. Por el contrario, la proximidad de Dios, a través
de
la virtud del Tabernáculo, eleva los niveles de la conducta humana,
y
por tanto también los riesgos.
Moisés consuela a su afligido hermano con el pensamiento de que
aquellos que están cerca de Dios son los que soportan las
responsabilidades más grandes : A través de aquellos más
cercanos a
mí yo manifiesto mi divinidad y gano gloria ante toda la gente
(Levítico 10:3).. Los líderes religiosos deberían
asumir los valores
de la Torá en sus formas más puras, así como aspirar
a ser pequeñas
partículas perfectas en un mundo de imperfección. La gravedad
de la
transgresión cometida por los hijos de Aaron, queriendo o no
queriendo, oculta y disminuye la presencia de Dios.
El comentarista español del s. XII, Abraham Ibn Ezra, recoge un
verso
de Amos que viene a iluminar el significiado del consejo de Moisés
:
Sólo tú (Israel) has sido elegido de entre todas las familias
de la tierra
y esa es la razón por la que deberás responder de todas tus
debilidades
(Amos 3:2).. Aceptar la tarea de imbuir al mundo de divinidad
significa estar trabajando para un jefe muy exigente. Los hijos de
Aaron y el pueblo de Israel estaban destinados a personificar y
difundir una forma de vida divina. Ambos pagaron un precio muy alto
por su transgresión.
Y la respuesta de Aaron a la amable reprimenda de Moisés es el
silencio absoluto. No hay nada que decir. El dolor es demasiado
grande y los riesgos de ser elegidos demasiado terribles para taparlo
con palabras vacías. Y Aaron se quedó en silencio (Levítico
10.3)..
Yo creo que este intrigante fragmento nos introduce en uno de los
temas principales de la Bíblia : El precio de ser elegido. Aquellos
que
presumen de hablar en nombre de Dios deben llevar una vida que no
dé lugar a reproches. Sus vidas privadas han de dar ejemplo y han
de
fortalecer sus vidas públicas. Incluso el gran Moisés falla
al no acatar
este axioma. Un descuido en la ejecución de la voluntad de Dios
le
cuesta a Moisés lo que hubiera sido la culminación de su
propia
trayectoria: la conquista de la tierra prometida bajo su liderazgo.
Poco importa si el pueblo conocía las instrucciones de Dios a Moisés
para sacar agua de la roca mediante una simple orden suya. En lugar
de seguir el mandato de Dios, Moisés golpea la roca con enfado y
repugnancia. Cuando se trabaja para el Señor no hay circunstancias
atenuantes.
El Libro de Samuel se horroriza ante la conducta abusiva de los
jóvenes sacerdotes Hophni y Phinehas en el santuario de Shilo.
Ansiosos por suceder a su anciano padre, el sacerdote supremo Eli, se
dedican a abusar descaradamente de su poder y privilegio. Se
guardaban para sí más de la porción dedicada a ellos
de la ofrenda,
incluso aún antes de que fueran ofrecidas a Dios en el altar.
Mantenían relaciones sexuales con las mujeres que realizan tareas
a
la entrada de la Tienda del Encuentro (1 Samuel 2:22).. Y
despreciaban la reprimenda de su anciano padre. Una vez derrotados
por los Filisteos actuaron sin precedente, llevando el Arca de la
Alianza al campo de batalla, sin ningún resultado: Los Filisteos
se
llevaron el Arca y mataron a los hijos de Eli el mismo día.
Pero el problema de los líderes religiosos que traicionan la confianza
puesta en ellos no es un tema del pasado mas remoto. Actualmente el
Rabino Jefe de Gran Bretaña, Jonathan Sacks, y el Rabino Jefe
Ashekenazi de Israel, Israel Lau, son hoy centro de controversia por
su polémico comportamiento. En el primer caso, el Rabino Sacks no
atendió al funeral del relevante rabino reformista y superviviente
del
Holocausto, Hugo Gryn. Sin embargo aceptó participar en un
homenaje dedicado al Rabino Gryn, siempre que no tuviera lugar en
una sinagoga. Aunque habló contundentemente contra el incremento
paulatino de la intolerancia entre los judíos, lo hizo como Presidente
del Concilio Interreligioso entre cristianos y judíos, y no como
Rabino
Jefe.
Más aún, en una carta privada, hecha pública ahora,
dirigida a un
crítico ortodoxo, Dayan Chanoch Padwa, bien conocido por sus
arengas públicas en contra de su participación, el Rabino
Sack
hablaba despectivamente del hombre cuya memoria honró en público.
La consternación que generó esta doble conducta podía
haber bastado
para destruir la misma institución de la Jefatura Rabínica.
En Israel, un reportero ha descubierto para el diario intelectual Ha-
Aretz, que el Rabino Lau, el cual vive en una amplia casa situada en
uno de los barrios más ricos de todo Tel Aviv, recibe entre 500$
y
2500$ por oficiar una boda. Esto viola las normas del Ministerio de la
Religión. El Rabino Lau insiste en que él nunca cobra, sino
que la
gente, movida por la emoción de un evento, le gratifica con
regalos. ¡Pero los funcionarios del gobierno no pueden aceptar
regalos!. Sin admitir que haya cometido ningún delito, el Rabino
Lau
ha prometido no volverlo a hacer. De ahora en adelante cada año
publicaría una lista de las instituciones caritativas a las cuales
los
recién casados y sus familias puedan hacer sus donaciones en su
nombre.
El Talmud cuenta la espeluznante historia de que cuando el primer
Templo ardió, los jóvenes sacerdotes subieron al tejado con
las llaves
del santuario en sus manos. Llenos de arrepentimiento le dijeron al
Señor: Señor del Universo, dado que no somos merecedores
de ser
guardianes, devolvemos las llaves del Templo.. Cuando lanzaron las
llaves hacia el cielo una mano surgió y las tomó al vuelo.
Y en ese
momento los jóvenes sacerdotes se lanzaron dentro de las llamas.
Nada desacredita más al judaísmo que los líderes religiosos
no
merecedores del nombre sagrado de Dios.
Shabat Shalom u-mevorá
Ishmar Schorsch
La publicación (en inglés) y distribución de los comentarios
del Dr
Schorsch han sido posibles por la generosa colaboración de Rita
Dee y
Harold Hassenfeld.